domingo, 1 de noviembre de 2020

El Sporting entre los ecos de sport y el teléfono móvil


Jesús Castañón Rodríguez

En junio de 2008, el sexto ascenso del Sporting generó una serie de imágenes para el recuerdo popular de Gijón: el parque Hermanos Castro, cañones de confeti hacia el cielo de El Molinón, la “mareona” saltando el muro por la Escalerona para convertir el tramo desde los Jardines de El Náutico hasta la Plaza Mayor en un paraíso rojiblanco, baños de sidra para vivir en el clamor el triunfo…

El fútbol ya no se juega sólo en los terrenos de juego, también se ha convertido en el diapasón de las emociones colectivas que conquista todo tipo de espacios en una participativa fiesta social.

Históricamente, esta labor de emoción social en Gijón dio sus primeros pasos en los “ecos de sport” de los diarios de información general, gracias a figuras como Adeflor, que relataba las aventuras del Gijón Sport Club, José Manuel Aguado "Ball", Luis Álvarez García "Bay-Bay", Manuel Monasterio, Trensor… y tantas y tantas generaciones de informadores que se asombrarían con la actual tarea de atender a la prensa escrita, la radio, la información audiovisual y los incipientes espacios para participar, crear y compartir información y opinión sin fronteras ni horarios.

A lo largo de toda su de historia, el Sporting ha ido con los tiempos y su comunicación social ha sido uno de los principales ejes teniendo como responsables desde el presidente Anselmo López, cuando remitía colaboraciones a la prensa asturiana  y a las revistas de las que era corresponsal (Hércules en Bilbao, Júpiter en Barcelona, España Esportiva y Madrid-Sport en Madrid), hasta la actual labor a toda velocidad con producción de mensajes propios, atención a los medios de comunicación tradicionales, mercadotecnia y campañas de publicidad que coordina ese simpático e imprescindible ser, pegado a un móvil y un ordenador portátil, llamado José Luis Rubiera.

En el paso del siglo XX al XXI, la irrupción de la comunicación mundial y globalizada ha cambiado las formas tradicionales de hacer y su aplicación a la vida del Sporting, ha merecido el estudio de Estefanía Suárez-Otero Redondo, una periodista que ha sabido combinar su formación británica de una Licenciatura con honores en Periodismo y Comunicación en la Universidad de Wolverhampton (Reino Unido) con la emoción de una rojiblanca convencida que, según cuenta la leyenda familiar, esperó a venir al mundo hasta bien entrada la noche para que regresara el padre de El Molinón y es socia desde los nueve años.

A lo largo de sus capítulos, Idioma sportinguista aporta claves para comprender el funcionamiento mediático del fútbol moderno en el marco de la Unión Europea y los motivos que llevan a crear gabinetes de prensa, comunicación interna y comunicación externa, interacciones desde Internet,  celebraciones de los centenarios del club y del estadio…



Destaca la creación de la Jefatura de Prensa y la labor que ha desarrollado entre 1997 y 2005 con la creación de soportes comunicativos y salas de prensa en la Escuela de Fútbol de Mareo y El Molinón, la formación de estrategias para aumentar los ingresos de publicidad y de patrocinadores, el cambio de la imagen corporativa, la búsqueda de una correcta documentación histórica y la generación de un sistema de relaciones con protagonistas, negocios y comercios.

Y también resalta la innovación de múltiples canales de comunicación de los que el sportinguismo ha disfrutado en ese tiempo: periódico gratuito los días de partido de Liga, revista, mensajería y boletines, cartas personales, informes de prensa, radio digital, notas y ruedas de prensa… o un sitio web que fue reconocido en 2004 por el semanario Don Balón como el mejor de Segunda División y uno de los cinco primeros de todo el fútbol español.

La historia de este volumen, que tiene en sus manos, arrancó como una Tesis de grado que se leyó en mayo de 2006 en la Universidad de Wolverhampton (Reino Unido) con el título  The press office of the Real Sporting of Gijón. Communication in football clubs y fue dirigida por Dennis Foy, Catedrático en Medios de Comunicación y Publicidad,  coordinador de Relaciones Internacionales del Departamento de Medios de Comunicación y admirador de “El Brujo” Quini, y por Sarah Williams, Coordinadora y Catedrática de Relaciones Públicas de la Facultad de Humanidades, Idiomas y Ciencias Sociales.

Ahora se ve transformado en Idioma sportinguista como un estudio pionero para el fútbol español porque proporciona datos sobre la comunicación empresarial en las sociedades anónimas deportivas de la Unión Europea y sugiere pistas para otros estudios sociales del deporte.

Es original para los trabajos sobre el Sporting porque plantea una nueva dimensión: el análisis de la vida de un club profesional, más allá de la constante reescritura de la historia deportiva en las canchas.

Y es verosímil porque ha tenido acceso al restringido mundo interno de los despachos del club y refleja, de primera mano, las principales tendencias en la especialización en comunicación de las sociedades anónimas deportivas y en estrategias para llegar a la sociedad con más eficacia.

¿Forma parte de la “mareona” que sigue al Sporting? ¿Se emociona con sus venturas y desventuras en El Molinón, en el chigre o conectándose a Internet desde el fin del mundo? ¿Le gusta la comunicación empresarial? ¿Es periodista? ¿Siente curiosidad por comprender el trabajo de despacho que durante toda la semana da paso a la magia de los noventa minutos en la cancha? Pues entréguese con fervor a Idioma sportinguista un libro agradable de leer y de seguir, que está llamado a ser una obra de referencia para el mundo rojiblanco.

Asturias, 2008.