jueves, 1 de febrero de 2018

Prólogo de Idioma y Deporte

En febrero de 1999 Ricardo Soca, corresponsal de la BBC en Río de Janeiro y editor de La Página del Idioma Español, puso la entrada al libro Idioma y Deporte.


Prólogo


Ricardo Soca (*)

Una de las pasiones más multitudinarias de este siglo que nos abandona ha sido el deporte en el ámbito mundial.  Juegos Olímpicos o Campeonatos Mundiales de fútbol, concentran cada dos años la atención de cientos de millones de personas en los cinco continentes, el planeta parece reducir su marcha y los nombres de los atletas resuenan por todos los rincones del Globo, entonados con la multiforme variedad de las lenguas humanas.

Es verdad que se lee cada vez menos, pero también es cierto que los que insisten en informarse a través de periódicos y revistas, impresas o digitales, tienen el deporte entre sus principales prioridades.  Tanto es así que siguiendo la tendencia mundial de la segmentación informativa son cada más numerosos los medios que tienen el deporte como único o principal contenido.  También se observa que el espacio dedicado a los deportes es el que más crece en los medios tradicionales.

El deporte, efecto del fenómeno de la mundialización (y quizá también una de sus causas), lleva a millones de personas a interesarse no sólo por el desempeño de su jugador o equipo preferido sino también por el resultado de equipos y jugadores que quizás nunca conocerán directamente. Y hasta saber de las vidas privadas, las hazañas, las locuras, las glorias y miserias de los héroes contemporáneos.

Una de las críticas permanentes al periodismo mundial es su excesivo interés en los aspectos negativos de la existencia humana: la violencia, el narcotráfico, los accidentes, las tragedias. Ante la avalancha permanente de ese tipo de noticias, la narración de una victoria deportiva, sea una plusmarca olímpica, el ascenso en un escalafón (¿o ranking?), la obtención de una copa, son bálsamo para los cansados y saturados sentidos de los consumidores de mensajes mediáticos.  Esta es quizás una de las razones por las cuales aumenta el interés por lo deportivo, una de las escasas alternativas a la información de la violencia y la tragedia.

El periodismo deportivo no es entonces intrascendente como suele parecerlo. Se lo ve como alienante, pero en verdad se ocupa de uno de los principales fenómenos culturales de nuestro tiempo, lo que le confiere una esencia formativa y formadora.



Ricardo Soca y portada del libro

Y como no podría ser de otra forma, el deporte mundializado ha hecho surgir nuevas formas de lenguaje, palabras y expresiones pintorescas y coloridas, teñidas por la lúdica alegría de las tribunas y los campos de juego, que surgen de lo cotidiano o que nos invaden desde otras lenguas de forma no siempre enriquecedora. El periodismo deportivo es hoy una especialidad tan particular como la Ciencia, la Economía o la Política. El lenguaje deportivo y la crónica para lectores hispanoparlantes son temas apasionantes que Jesús Castañón Rodríguez ha abordado y desarrollado como ningún otro especialista. Este joven lingüista, escritor y profesor universitario ha consagrado 17 años, entre 1982 y 1999, a esta preocupación tan noble que es velar por el correcto uso del español.

Su inquietud por el uso correcto de nuestra lengua ha llevado a Castañón a concluir que se debe impulsar la lengua del deporte como patrimonio del idioma español, como recomendó a alumnos de Doctorado en la Universidad de Salamanca adonde fue convidado para participar en un Seminario sobre corrección de textos en la prensa escrita.

El autor asume que la redacción deportiva, bastante más libre que las de asuntos económicos, políticos o científicos en general, abre sus puertas para que los periodistas usen y abusen de los extranjerismos. Es verdad que muchas veces no existe el equivalente en nuestra lengua pero también es cierto que en muchos casos el vocablo español ya existe y está en boga pero por alguna recóndita razón el término foráneo se cuela entre las mesas de redacción y edición y termina incluso acostumbrando a nuestros lectores cotidianos.

En sus libros, trabajos y comunicaciones científicas, el autor –que ha colaborado con el Departamento de Español Urgente de la agencia EFE en su especialidad- llama la atención sobre éstas y muchas otras cuestiones e invita con persistencia y contundencia a los colegas del área deportiva a no temer por una improbable pérdida de “estilo deportivo” al emplear la palabra española cuando ésta exista, abandonando el anglicismo, el más típico entre los extranjerismos deportivos.

Con rigor científico, con talento y con la misma emoción que mueve a las multitudes, el profesor Castañón ha desarrollado en libros, artículos y conferencias sus tesis sobre el lenguaje deportivo. Ha elaborado incontables glosarios en los que recoge la jerga de diversos deportes, el léxico florido de relatores y comentaristas, que describen partidos agónicos, goles, nogoles y contragoles certificados por jugadores desequilibrantes o por fallos de los goal-keepers.

 En sus obras, la rigurosa disciplina del científico no llega a ocultar la pasión del deportista, la alegría del hincha ni el texto ameno del escritor talentoso. Es así que sus trabajos abordan el lenguaje deportivo desde ángulos tan sabrosos como la creación literaria, la historia del deporte, la crónica periodística y las relaciones entre el humorismo y el lenguaje deportivo.

En la era de la comunicación global instantánea, las tesis  de Castañón sobre el lenguaje deportivo finisecular no podrían estar ausentes de la red mundial de ordenadores, la Internet. Para La Página del Idioma Español es un honor contar con el especialista más destacado en el tema, como coordinador de su sección de lenguaje deportivo, donde muchos de sus trabajos despiertan el interés de hispanohablantes del mundo entero.



(*) Ricardo Soca es periodista. Reside en Río de Janeiro (Brasil), donde fue corresponsal del diario El País (España) durante ocho años. Actualmente, desempeña la corrsponsalía de la agencia de noticias Deutsche Presse Agentur (Alemania) y colabora con el diario de Buenos Aires La Nación (Argentina) y con las radios BBC (Londres), Nuevo Tiempo (Uruguay) y Radio Nacional de Suecia.