Prólogo
Carmen Menéndez
(*)
El carnaval de las palabras deportivas constituye el
último trabajo publicado por Jesús Castañón sobre terminología en el ámbito
deportivo. A un erudito como él, la elaboración de este estudio, que reúne
términos y expresiones de ambos lados del Atlántico, le habrá dejado agotado de
tanto viaje verbal entre España y un total de dieciocho países
latinoamericanos.
Me imagino al
autor a punto de agarrar viento en la
camiseta -expresión uruguaya para referirse al entusiasmo de manera
exagerada- mientras bota la bola -así
dicen en Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela a realizar una tarea con
éxito-, aunque él rechace que su contribución lingüística suponga un jitazo, según emplean en Honduras y
México para referirse a un triunfo o éxito grande.
Carmen Menéndez y portada del especial El carnaval de las palabras deportivas.
Estas son solo
algunas de las decenas de expresiones deportivas con las que Jesús Castañón
festeja un carnaval especial que le lleva por estadios, canchas y recintos, en
los que se acomoda en cada uno de sus graderíos entre atronadoras
celebraciones, bulliciosas fases de espera y lacónicos momentos deseosos de
remontadas. En esos asientos o en cualquier rincón del recinto deportivo,
incluidas salas de trofeos o el más insignificante en apariencia espacio de
instalación, este profesor, considerado una autoridad en terminología deportiva
en español, se empapa de cuanto ocurre en el lugar que acoge la competición;
luego sale, abandona el equipamiento y comienza el recuento y análisis de
palabras y expresiones, esas con las que el deporte se entremezcla, se desliza
y se adentra, sin importar que quien las emplea o recibe sea apasionado
seguidor de un club o de una especialidad deportiva, o simplemente un profundo
desconocedor de la materia.
El carnaval de las palabras deportivas aglutina una
selección de términos y expresiones recogidos por su autor durante treinta y
cinco años de recorrido por la zona teórica del lenguaje. En estas tres décadas
y media también se ha paseado físicamente por los grandes referentes del
carnaval más cercano a las palabras deportivas que encuentran en el antiguo
estadio de Maracaná, en Brasil, el enclave en el que se consumó el hechizo de
este asturiano afincado en Valladolid, o quizás palentino con vitola de hijo
adoptivo de Asturias. Allí, en la tierra del sambódromo quedó prendado de la
magia de la palabra y de la fuerte convicción con que el guía del estadio, el
inolvidable Isaías, un hombre muy corpulento, narraba con extraordinaria pasión
la historia del mítico Maracaná.
De América a
España porque Castañón ya había apuntalado mucho antes su querencia por los
equipos arraigados en ciudades con solera carnavalesca, como el Sporting de
Gijón. Sus veranos familiares en esta localidad asturiana le potenciaron su
apego al deporte, en especial al fútbol, con el que se reencuentra cada
temporada en su visita anual a El Molinón. Como él, la Sardina del Antroxu
gijonés también reaparece cada año por esta época convirtiéndose en
protagonista locuaz del carnaval local, en el que se entremezcla con el
colorido, los destellos y la aureola del fructífero deporte de la ciudad.
Oviedo, 2016.
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(*) P eriodista que ha cubierto los Juegos Olímpicos de verano de 2004 y 2008 en Atenas y Pekín. Vinculada al Centro de Estudios Olímpicos de la Universidad de Oviedo, su trayectoria está unida a la Agencia Efe de noticias, el diario El Mundo y la Cadena Ser. Vicepresidenta de la Asociación de la Prensa Deportiva del Principado de Asturias, en 2003 recibió el Premio Nacional de Medios de Comunicación, otorgado por la Federación Española de Piragüismo, y, en 2007, el Premio Deportivo Ciudad de Oviedo a la mejor labor divulgativa del deporte base.