Jesús Castañón Rodríguez
Desde 1903, se ha extendido el
tópico de que el lenguaje periodístico del deporte conforma un ámbito de
conflicto, aunque la realidad demuestra que la preocupación por su uso correcto
ha ocupado a un centenar largo de profesionales y profesores relacionados con
la comunicación. A lo largo de su historia, la forma de expresión de los medios
superó la consideración de ámbito de jerigonza exótica, chabacana locución y
aluvión de palabras exóticas e ininteligibles en los tiempos en los que el
idioma se entendía como una representación de los pueblos e instrumento de
acercamiento espiritual. Atendió a solecismos, usos del lenguaje recto y
figurado, el exceso de metáforas, tópicos y el tratamiento de barbarismos y
neologismos en momentos en que se pretendía eliminar vulgarismos y
extranjerismos para combatir la corrupción del lenguaje. Creó libros de estilo
en unos instantes en los que se acusaba a los medios de comunicación de
pervertir el lenguaje amplificando errores en el uso público del idioma para favorecer
la imprecisión y la oscuridad de los mensajes. Cuando se
intensificaron estas críticas, hasta considerar que los medios contribuían
a la destrucción del lenguaje, se descubrió su peso en la
renovación de la lengua general. Y ya en el siglo actual, ha logrado su plena
incorporación institucional, una paulatina reflexión universitaria y el fomento
de una actitud reflexiva ante sus errores y sus hallazgos.
Entre 1910 y 2010, Andalucía ha realizado diversas reflexiones
sobre cinco centros de interés. Primero, la descripción de frases impropias,
barbarismos, solecismos y extranjerismos de uso más frecuente que inició Ramón
Franquelo Romero en 1910 para cuatro deportes y que llega hasta hoy con la
profesora Susana Guerrero para describir neologismos, impropiedades léxicas,
redundancias y mecanismos de creatividad. Segundo, la idea de que el deporte ha
conformado un lenguaje propio fue destacada en 1969 por el profesor y escritor Antonio
Gallego Morell en la imprescindible antología Literatura de tema deportivo. Tercero, la preocupación del
periodista por el buen uso del idioma ha convocado desde 1988, entre otros, a
José Luque Calderón en el Consejo Asesor del Departamento de Español Urgente, a
Francisco Muñoz en la
Fundación de Español Urgente BBVA y la revista Donde dice…, a
José María Allas Llorente y Luis Carlos Díaz Salgado en el Libro de Estilo de Canal Sur para destacar la responsabilidad
social del periodista y la corrección idiomática como herramientas para la
calidad de la información y a los periodistas, escritores y filólogos Carlos
Santos y Juan Tortosa que analizaron diversos usos en el libro Almería 2005: la ilusión y los
riesgos y en el curso de la Universidad de Almería Los protagonistas de la comunicación deportiva en la víspera de los XV
Juegos Mediterráneos. Cuarto, la correcta difusión de los
extranjerismos en la alta competición, gracias a la labor de la Asociación de la Prensa de Almería que colaboró
en la edición de 32 léxicos trilingües de deportes y medios de comunicación
para los Juegos Olímpicos y Mediterráneos, obra de Antonia Ordoño. Y
quinto, la reflexión sobre la difusión de usos lingüísticos actuales desde 1997
con la labor del Instituto Andaluz del Deporte que convocó el I Encuentro sobre el idioma español en el
deporte y que tiene su continuidad en la sección Palabras mayores que acoge el portal de Paco Rengel Basketconfidencial.com.
En este marco,
José Luis Rojas Torrijos propone un nuevo paso: la creación de un modelo de
libro de estilo en el que los aspectos de redacción cuenten con un enfoque
panhispánico. Con experiencia en el diario Estadio Deportivo, la emisora Radio
Nacional de España, Canal Sur Televisión, el portal Sports.com, la Jefatura de Prensa de la Universidad Internacional
Menéndez Pelayo en Sevilla y el Gabinete de Prensa de la Consejería de Turismo,
Comercio y Deporte de la Junta
de Andalucía, Periodismo deportivo de
calidad amplía el análisis realizado en La
información y el deporte y en los trabajos de investigación El deporte en los libros de estilo de España
e Hispanoamérica y Bases para la
formulación de un libro de estilo de última generación. Construcción de un
modelo teórico válido para los medios deportivos escritos digitales en lengua
española.
En cuatro
grandes capítulos repasa la situación actual del periodismo deportivo en España
e Iberoamérica, la caracterización y repercusión social de su forma de
expresión, algunas ideas generales sobre el periodismo deportivo de calidad y
la propuesta de un modelo de libro de estilo panhispánico para periodistas
deportivos. De su lectura se desprenden vías para aplicar normas para la red, principios lingüísticos
con enfoque panhispánico y aspectos propios de un libro de última generación.
Propone útiles pautas de estilo: técnicas de titulación, titulares específicos
para Internet, cuerpo de texto, redacción digital, géneros periodísticos y
ciberperiodísticos, fotografía, infografía... Indica las principales fortalezas y debilidades
lingüísticas de la información deportiva.
Constituye un
sugerente punto de partida para unos tiempos de comunicación global, a toda
velocidad y con espacios para participar, crear y compartir información y
opinión en un conocimiento portátil, sin límites de fronteras ni horarios
integrando tanto a los periodistas como a otros tipos de voces. No sólo tiene
una gran importancia el uso de blogs profesionales y de redes sociales, sino
que en el día a día también van ganando peso, entre otros productos, crónicas diferenciadas para las ediciones digital
y escrita, servicios automatizados de alertas, noticias en tiempo real,
noticias a la carta, titulares por correo electrónico, tickers, cortes de archivos de sonido y video para la televisión
analógica, digital, digital terrestre, por cable, por Internet y por telefonía
móvil, noticias generadas por las propias entidades deportivas en todo tipo de
soportes…
Algunos de los
planteamientos de este recorrido por la ética y el lenguaje deportivo, apegados
a la norma oficial lingüística y deportiva, se verán superados ya que muchas
actividades físicas y deportes no están recogidos en las publicaciones de la Real Academia
Española, ni todos los existentes se integran en federaciones. Y probablemente, dado el carácter
participativo del deporte, la calidad de esta información especializada no se
limitará sólo a la labor que pueda realizar el periodista, sino que también hallará
su hueco en el don creativo de quienes sean capaces de prender la chispa de nuevos
mecanismos para atraer la atención de la audiencia y para generar expresiones,
en un juego de asociaciones libres de ideas que cruzan términos procedentes de
la acción deportiva, los pasillos del poder, las emociones de la grada y las
formas de los medios de comunicación.
Periodismo deportivo de calidad es una
obra útil para su consulta y recomendable para la formación de las nuevas
generaciones de comunicadores. Constituye un paso más en la larga carrera de relevos que, para el siglo XXI, intenta aprovechar
el conocimiento de diferentes puntos de vista para iluminar las confusiones y
superar los desafíos de un ámbito en permanente ebullición lingüística.
Asturias, 2011.